Los Ángeles (EE.UU.), 4 oct (EFE).- La camarera Sade Anding, con
quien el doctor Conrad Murray tuvo una relación sentimental, testificó
hoy en el juicio por la muerte del cantante que el médico, acusado de
homicidio involuntario, hablaba con ella por teléfono en los momentos
finales del cantante.
Anding declaró que Murray la llamó a las
11.51 de la mañana del día 25 de junio de 2009 y tras un intercambios de
saludos ella comenzó a contarle cómo le iba el día, hasta que se dio
cuenta de que su interlocutor había dejado de escucharla.
"Oí
ruidos, balbuceo y tos", dijo Anding, que tras unos minutos tratando de
hablar con Murray decidió colgar y llamarle, aunque ya no obtuvo
respuesta.
La testigo, que conoció al médico cuando trabajaba como
camarera en un local de Houston en Texas, indicó que fue incapaz de
identificar el origen de los sonidos al otro lado de la línea, o si la
tos era del doctor o de otra persona.
Michael Jackson falleció el
25 de junio de 2009, si bien se desconoce con precisión la hora a la que
sufrió la parada cardiorrespiratoria.
Según los analistas, el
testimonio de Anding mostró el momento en el que Murray -que pasaba las
noches en casa de Jackson, donde le administraba fármacos para dormir-
se percató por primera vez de que su paciente tenía problemas.
Entre
la conversación de Murray con Anding y la llamada a los servicios de
emergencias que realizó el guardaespaldas del artista, Alberto Álvarez,
pasaron 30 minutos.
La Fiscalía trata de demostrar al jurado que
el que fuera médico personal de Jackson cometió una "flagrante
negligencia" en el cuidado del creador de "Thriller" y sus acciones le
convierten en responsable directo del fallecimiento del cantante.
Michael
Jackson murió por una sobredosis de medicamentos, en especial por el
efecto de un potente anestésico de uso hospitalario de nombre propofol
que el doctor admitió haber dado al cantante antes de que perdiera la
vida, si bien no en una dosis letal.
La defensa de Murray aseguró
que fue el propio artista quien, debido a su condición de adicto a los
fármacos, aprovechó un descuido del médico para administrarse el exceso
de propofol, una sustancia que él mismo llamaba su "leche".
Durante
la jornada de hoy pasaron por la Corte Superior del condado de Los
Ángeles otras dos de las parejas sentimentales del médico, cuya vida
privada fue puesta en evidencia por la acusación, si bien el tribunal ha
limitado la información al jurado sobre los hábitos del doctor.
Murray,
de 58 años, es un hombre casado que ha tenido siete hijos con seis
mujeres diferentes y al que la Fiscalía intentó mostrar como una persona
que frecuenta clubes nocturnos y le gusta flirtear con jóvenes.
Por
el estrado pasaron Michelle Bella, trabajadora de un local nocturno, y
Nicole Álvarez, actriz de 29 años y madre del hijo menor de Murray.
Álvarez
conoció al médico en el club Crazy Horse de Las Vegas, donde ella
ejercía de bailarina exótica, y mantuvo una relación que le llevó a
convivir con él en Los Ángeles en 2009, cuando Murray era ya el médico
personal de Jackson.
La testigo indicó que Murray le comentó que
estaba cuidando al "rey del pop" y que llegó a conocer al artista, quien
se interesó por su hijo, nacido el 2 de marzo de ese año.
Murray
telefoneó a Álvarez cuando iba en la ambulancia con su paciente rumbo al
hospital para alertarle de la situación y que "no se preocupara", según
dijo la mujer.
Álvarez afirmó que tenía planes para viajar con
Murray a Londres cuando iba a cuidar de Jackson en los conciertos que
tenía programados en la gira "This Is It" que comenzaban en julio.
El galeno pagaba el alquiler de Álvarez y recibía en ese domicilio los envíos de propofol para Jackson.
Tras
pintar a Murray como un mujeriego ante el jurado, la acusación llamó al
farmacéutico Tim López, quien suministraba al cantante sus pedidos de
propofol y de benoquin, una crema para blanquear la piel que se emplea
habitualmente en personas con vitíligo, enfermedad que padecía Michael
Jackson. EFE
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